viernes, 17 de abril de 2009

Paquita, la otra muralla.

Cuando el avion de Iberia despego del aeropuerto Jose Marti y desde la ventanilla iba viendo como se empequeñecian las palmas, senti por primera vez la sensacion de que mi anhelado deseo de salir de la isla pesadilla estaba pasando del plano onirico al plano real. Durante las horas de viaje no lograba apartar de mi mente la idea fatalista de que en cualquier momento mi iberica escapada tuviese un tragico final y mis esperanzas termirarian precipitandose al oceano y quedara como un nombre en la lista de las victimas de una lamentable tragedia aerea. Habia soñado incontables veces con el dia de irme del infierno insular, me habia imaginado tantas veces ese dia y habia esperado durante años por ese instante ,que no podia creer que el milagro se estaba produciendo , era algo tan grandioso y maravilloso que temia a que en cualquier momento estallara en el aire todos mis sueños, proyectos y plegarias. Pero por suerte el avion con toda normalidad aterrizo en Barajas y baje con la misma determinacion con la que subi al avion, no realizar el viaje de regreso.
Desde que di mi primer paso en tierra española mi proximo objetivo era buscar la manera de permanecer en España y no abordar el avion de vuelta a Cuba. Desde el primer momento deje bien claro que mi llegada a España iba mucho mas alla que un viaje turistico para conocer a mi familia por la rama materna y a la tierra de mis antepasados, era un viaje sin retorno, habia atravesado la linea que separa la locura de la cordura, lo absurdo de lo racional, y no tenia ninguna intencion de regresar al Manicomio.
Mis abuelos eran oriundos de la provincia gallega de Lugo, mi abuela nacio en Almuiña, aldea del municipio lucense de Taboada y mi abuelo, en San Miguel de Esporiz, Monterroso. El primo de mi madre vivia en una aldea que pertenecia a Monterroso y alli fue donde comenzo mi historia de lucha por obtener el permiso de residencia en España, permiso que me permitiria permanecer legalmente en España y ahuyentar la amenaza de tener que regresar a Cuba.
Mi primer intento en obtener informacion de que manera podia yo permanecer en España, y regularizar mi situacion, fue en la Comisaria de Policia de la Provincia de Lugo, en la oficina de Extranjeria. Alli me presente acompañado por la hija del primo de mi madre y fuimos en busca de orientacion, de ayuda, de comprension ya que no teniamos ni la mas remota idea de como poder lograr que yo pudiera permanecer en España. Pero me encontre con una funcionaria tan dura y aspera como la muralla romana que rodea la zona antigua de Lugo. La llamaban Paquita y me dijo al duro y directo, y sin que en su voz se notara el mas minimo tono de compasion:_En Cuba vosotros teneis muchos problemas, pero aqui tambien tenemos los nuestros, que no son pocos y no podemos aceptar a todo el que se quiera quedar, por lo que una vez que termine tu Visado tienes que marcharte porque no hay manera de que te puedas quedar.
Yo no estaba sicologicamente preparado en aquel momento para una situacion semejante, con los años y mi andar por Galicia, me tuve que enfrentar a muchas Paquitas; pero ese dia yo no estaba provisto de la armadura con la que me tuve que revestir poco despues. Las palabras de Paquita estremecieron mi absurda inocencia y me dejaron sin poder hilvanar una replica. Solo tenia la seguridad de que esa Señora no tenia ni la mas minima idea de los problemas a los que se tienen que enfrentar los cubanos en el dia a dia, año tras año, decada tras decada. Esa distinguida funcionaria que se gastaba miles de pesetas en botes de lacas para el pelo y en cremas para disimular las arrugas, que podria saber de las vicisitudes que soportan los cubanos?, esa Señora no ha tenido que sufrir que le nieguen la posibilidad de comprar leche para un hijo porque tiene mas de siete años, ni se ha visto en la alternativa de tener que escoger entre comprar una almohada o una espumadera, aunque necesitase las dos, porque si compra la almohada no puede comprar la espumadera hasta el proximo año(si aparece) y viceversa. Que sabe Paquita del dolor de las madres que han perdidos a sus hijos en guerras en Africa o tratando de cruzar el estrecho de La Florida, que sabe ella de lo que son los CDR, las M.T.T., las Brigadas de Respuesta Rapida, los calabozos de Villa Marista, los electroshocks en la sala Carbo Servia de Mazorra, el frikandel y las croquetas explosivas.
Por suerte, y a Dios gracias; junto a Paquita trabajaba una muchacha que habia sido compañera de mi prima en la escuela y presencio aquella declaracion tan poco solidaria, y como si estuviese haciendo algo ilegal nos susurro tratando de evitar que Paquita la sorprendiera, que existia un tramite denominado exencion de visado que se solicitaba al Gobernador Civil de La Provincia y que de ser aprobado por este, daba la posibilidad de obtener los permisos de trabajo y residencia. Pero que las posibilidades de que el Gobernador aprobara la solicitud eran muy pocas, pero que nada se perdia con intentarlo.
El Gobernador Civil me concedio la exencion de visado y en varias ocasiones tuve que regresar a la oficina de Extranjeria de la Comisaria de Policia de Lugo a cumplimentar algun tramite, en una de esas ocasiones escuche a Paquita cuando le comunicaba a un familiar de un joven venezolano que habia solicitado la residencia y se la habian denegado, decirle que solo faltaba una semana para que se le venciera la prorroga del visado y que a partir de ese momento si no salia del pais la policia lo iria a buscar a la casa para deportarlo, en la comunicacion no hubo ni una frase de pesar por la mala noticia, ni el mas minimo signo de disgusto por ser portadora de tan malos augurios.
Que se me diera la exencion de visado fue un hecho que sorprendio a Paquita, y el dia que me tenia que hacer la tarjeta del Permiso de Residencia en el momento de tomarme las huellas me tomo los dedos con tanta brusquedad que tal parecia que queria dejarme sin algun apendice como represalia por haber conseguido quedarme en España contra su voluntad y aumentando los problemas ya existentes y que segun sus propias palabras, no eran pocos.
Tiempo despues alguien me comento que la tal Paquita era la madre del popular presentador de television Liborio Garcia y que la habia visto en un reportaje sobre la boda del presentador que habia salido en un programa de television. No se si este dato es cierto.
Durante mucho tiempo anhele el momento de convertirme en ciudadano español para entre otras cosas aparecerme en la oficina de Paquita y enseñarle como señal de triunfo mi Documento Nacional de Identidad (D.N.I.) y decirle que ya era tan español como ella.
Pero con el tiempo los animos se fueron calmando y a principios de 1999 cuando saque mi D.N.I., ya me encontraba residiendo en la ciudad de La Coruña y llegue a la conclusion de que no valia la pena dar un viaje tan largo en autobus a Lugo solo para satisfacer un viejo deseo de venganza, que con el tiempo transcurrido ya habia perdido atractivo.
Asi que opte por dejar las cosas asi, convencido que Dios siempre pone cada cosa en su sitio y que planear y desear durante mucho tiempo una oportunidad para la venganza nos hace daño a nosotros mismos.

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