viernes, 10 de abril de 2009

La Libertad.

LLegue a Madrid a finales de Noviembre de 1994, el avion de la Aerolinea Iberia aterrizo en la pista del Aeropuerto de Barajas en una fria mañana que marcaba mi comienzo como exiliado cubano. En el interior de la Terminal me esperaba un sacerdote español que habia conocido en La Habana y que se habia ofrecido a acompañarme durante la espera a que saliera el vuelo que me llevaria a Santiago de Compostela, donde me esperaba mi familia. Como aun faltaba tiempo para tomar el avion a Lavacolla, mi amigo quiso darme un corto recorrido por Madrid para que fuera conociendo el nuevo mundo al que habia arribado. Al venir de Cuba y habiendo padecido todos los rigores del llamado Periodo Especial, mi amigo penso que lo que mas me llamaria la atencion seria ver un mercado tipico de un barrio madrileño y me llevo a un pequeño local donde los anaqueles repletos de productos no dejaban mucho espacio para transitar y en el centro del comercio una hermosa chica cuchillo en mano cortaba en lascas un apetitoso salchichon y sobre el mostrador estaban expuestos un sinfin de diferentes tipos de chorizos, quesos, salchichones, mortadelas y colgando del techo unos jamones de los que emanaba un olor que despertaba las glandulas salivales de cualquiera, y mas las de un cubano que lo unico que habia deglutido en los ultimos meses era el picadillo de soya y la pasta de oca.
Despues del recorrido, tome el avion con destino a Santiago de Compostela y llegue a Galicia donde me esperaban los parientes de mi madre. En Galicia se repitieron las escenas de los jamones y embutidos, pero tambien empezaron mis primeras experiencias en la tierra de mis antepasados, en esa Galicia profunda que a pesar de las nuevas tecnologias y los avances de las ultimas decadas, aun conserva la mentalidad y las costumbres de la epoca en la que mis abuelos tomaron la decision de ir en busca de otro horizonte.
Pase en Galicia mis primeras Navidades en libertad y participe en unas fiestas tipicas de Galicia que son las matanzas de los Porcos, donde se reunen en una casa para matar dos o tres cerdos el familion y todos los conocidos y vecinos. Porque en realidad las Matanzas, que se realizan en Diciembre y antes de Navidad es un valido pretexto para reunirse todos en una casa, compartir, contarse cuentos, beber vino, tomar el tipico caldo de huesos y comer las tripas hervidas de los cerdos sacrificados.
Aun con el sabor de los turrones , polvorones , mantecados y mazapanes de mi primera Navidad sin libreta de racionamiento, ni tickets del Comite; recibi una invitacion de mi amigo sacerdote para que fuera a visitarlo a su Comunidad en Madrid y pasarme unos dias con ellos para tener la oportunidad de conocer mas de la Capital de España, que es mucho mas que jamones colgados en el techo. Iba a Madrid invitado por mi amigo Jesuita, y como huesped en la casa que la Comunidad tenia en "Martires de la Ventilla", pero tenia toda la libertad del mundo, no habia itinerarios previamente trazados, podia por mi mismo conocer todo lo que Madrid queria mostrarme.
En Enero de 1995 volvi a Madrid y fue en esa oportunidad cuando en realidad me percate del giro que habia tomado mi vida y que el cambio que se habia producido iba mucho mas alla del aumento de las proteinas ingeridas, y de la cantidad de camisas y pantalones en el ropero, empezaba a conocer la libertad, ese derecho que nos arrebatan a los cubanos desde que nacemos y que pasa a ser un sueño que solo se puede materializar mas alla de nuestras fronteras , esa condicion humana que por mucho que te la expliquen no puedes comprenderla hasta que la vives, la palpas, y la disfrutas.
Estaba yo paseando una tarde por Madrid, eran los ultimos tiempos del gobierno de Felipe Gonzalez, habian salido a la luz publica actos de corrupcion de figuras importantes dentro del gobierno, la crisis economica estaba afectando a gran parte de la sociedad española y habia un sentimiento generalizado de que las cosas iban mal. Un enorme letrero colgado en un puente convocaba a una manifestacion contra el gobierno, la manifestacion se habia producido dias antes y aun el letrero estaba en el puente. Para mi fue un shock el encontrarme con el letrero, porque convocaba a una manifestacion, manifestacion que se habia producido y aun el cartel estaba alli. Ningun Policia habia arrancado el letrero por la fuerza ,ni antes ni despues de la manifestacion, y mucho menos alguna fuerza represiva habia intentado abortar la manifestacion.
Al poco de caminar, en una salida de una estacion del Metro unos jovenes repartian unas octavillas y gritaban: Felipe Gonzalez es un ladron y debe ir a prision. Las personas que salian del metro tomaban el volante que le ofrecia alguno de los jovenes o simplemente pasaban de largo, pero nadie la emprendia contra los jovenes, ni los insultaban, ni los apaleaban por estar manifestandose contra el gobierno.
Pero lo que mas me impacto fue encontrarme en mi recorrido por las mas transitadas calles de la ciudad a personas que repartian folletos, anuncios, y lo hacian con entera libertad, una pareja de policias paso por el lado de uno de ellos y los policias no repararon en el que repartia los folletos, ni el repatidor se puso nervioso, ni salio corriendo, continuo con toda normalidad y para mi resulto tan novedoso ver aquello, que alguien estuviese repartiendo en una esquina papeles y que la policia no se parara para ver que estaba haciendo, que decian los papeles y despues llavarselo detenido.
Para mi fue esa experiencia tan impactante que recogi todos los papeles y folletos que me ofrecian. Algunos anunciaban rebajas en algun comercio, otros la apertura de alguna Academia de estudios, otros anunciaban algun acto publico y otros eran mensajes de alguna congregacion cristiana. Todos esos folletos los guarde durante mucho tiempo como quien guarda un valioso trofeo o un articulo de gran valor, era la prueba irrefutable de que estaba viviendo otra realidad, donde la tolerancia, el respeto y la libertad eran los preceptos mas celosamente observados por los ciudadanos.
Despues de aquellos dias en Madrid, cuando alguien al conocer que yo era cubano me preguntaba que era lo que mas me habia impactado de España, yo respondia sin titubear:_La libertad.
Mi interlocutor quedaba unos instantes sorprendido porque esperaba como respuesta algo como el poder comer sin hacer cola, o tener mas de un par de zapatos. Pero despues de unos segundos dibujaba en su rostro una sonrisa en señal de entendimiento.

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